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Año bisiesto

Laura López voltea la hoja de un calendario que anuncia la entrada del mes de febrero. Marca con rojo el día 29. Es año bisiesto.


Esta historia empieza el 31 de enero y nos lleva por un mes que cada cuatro años tiene un día de más. Laura es periodista freelance. Llegó de Oaxaca a buscarse la vida en la ciudad de México. Vive sola…pero muy sola.

Año bisiesto es una película de Michael Rowe (director y guionista australiano radicado en México) que da una visión muy particular de la soledad como elemento marcante de nuestra condición actual de ser/estar.

Rowe la representa en un apartamento de clase media, en un ordinario edificio, en cenas de comida enlatada, televisión encendida en un canal que no importa, ruidos incidentales y una cucaracha que se pasea por el piso de una casa casi vacía.

Laura participa de esta condición imaginando que pertenece a un mundo en donde vive acompañada. Pero también se rebela. Observa a una pareja de viejos que se relajan en una terraza y también espía a una pareja más joven cuya ventana deja ver su relación amorosa. Pero también se arregla y perfuma para salir a buscar hombres con los que termina en su cama. Hombres que no vuelve a ver y cuyos nombres desconoce. Laura espera algo…espera siempre.

Así transcurren los primeros días de febrero hasta que conoce a Arturo. Un hombre que como ella seguramente estará solo y con quien poco a poco crea un tipo de intimidad -en ocasiones tierna- a través de descubrir y expresar su necesidad de violencia física.

Las relaciones sexuales con Arturo le revelan a Laura el carácter atormentado de su soledad. Este descubrimiento se enuncia en una escena inquietante en la que la vemos a ella masturbándolo con gozo al tiempo que le pregunta: “¿Te gustaría cortarme la garganta mientras me coges? Venirte dentro de mí mientras me estoy muriendo? Te puedes venir dentro de mi cadáver, ¿Me matarías?”.

La necesidad de violencia no queda en el maltrato de Arturo, sus golpes fuertes dirigido las nalgas o las quemaduras de cigarro en los senos, sino que estira los límites y lleva a Laura a la fantasía de no seguir siendo, de no seguir estando. Su plan (deseo e imaginario) no trasciende y vemos a Laura cambiando una vez más la página de su calendario. Ese mes de febrero que termina en el día 29 volverá en 4 años.

Año bisiesto fue una gran sorpresa para mí. Hace un año ganó la Cámara de Oro en el festival de Cannes y se estrenó el pasado mes de octubre en México. Por su contenido erótico no fue exhibida en las cadenas de cine comercial y dudo que una gran audiencia haya accedido a ella. Pero ya está en los videoclubs mexicanos para su renta. La película tiene las características de una cinta actual de cine independiente de muy buena calidad. Un guión que invita a la introspección de personajes muy bien logrados, pocos y sinceros diálogos, la importancia de los silencios, muy buenas actuaciones y los distintos elementos de producción perfectamente cuidados complementan una historia consistente, profunda y sobre todo vigente, que retrata la soledad como característica de nuestras vidas modernas, no nada más en México, sino en el mundo.

Año bisiesto (México 2010) Dir. Michael Rowe con Mónica del Carmen y Gustavo Sánchez Parra