“¿Quién es una puta con ética?...Quizás
tu lo eres. Si sueñas con tu libertad, si sueñas con una intimidad caliente y
profunda, si sueñas con una abundancia en amistades, coqueteos y afectos, en
seguir tus deseos y ver a dónde te llevan, has dado el primer paso…El segundo
paso es tener este libro entre tus manos”.
Después
de semanas en una crisis post-separación y de cuestionar, preguntar, dudar,
hablar, llorar y compartir las emociones y sentimientos que se mezclan entre la
depresión, la soledad, la culpa y el desencanto me cayó un rayo iluminador.
Estaba
en un sex-shop en Amsterdam buscando algún tipo de distracción entre juguetes,
películas y libros. Ahí en un estante, único y solitario, el título “The
ethical slut. A practical guide to polyamory, open relationships & other
adventures” de Dossie Easton y Janet W. Hardy llamó mi atención. Publicado por
primera vez en 1997 y dividido en 4 partes y 22 capítulos el libro hace un
recorrido abordando “The practice of Sluthood” pasando por asuntos como
“Battling Sex Negativity”, “Embracing conflict”, y “The Ebb and Flow of Relationships”. Leyendo
el índice y las referencias críticas supe que era lo que buscaba para
explicarme lo que viéndome al espejo todas las mañana no lograba.
“Como
putas orgullosas creemos que el sexo y el amor sexual son fuerzas fundamentales
del bien, actividades con el potencial de fortalecer vínculos íntimos, renovar
vidas, abrir la conciencia espiritual, y hasta cambiar el mundo…y cualquier
camino erótico, escogido y seguido conscientemente puede ser positivo, una
fuerza creativa en los individuos y sus comunidades.”
Desde
hace muchos años he pensado y creído cosas que supuse únicas. Mi actitud ante la monogamia, el sexo, la fidelidad y otras nociones me alarmaban
al confrontarme diariamente con un mundo machista, patriarcal, cerrado y
egoísta. Fue una alegría encontrarme con un libro-ensayo que concentra
reflexiones, argumentaciones y discursos que yo he venido debatiendo conmigo
misma con la creencia de que tenía que dejar de pensar así y cumplir con una
norma social. Aquí Easton y Hardy explican cómo se conforman estas convenciones:
“El
mundo es muy aficionado a los pares: blanco y negro, masculino y femenino,
mente y cuerpo, bueno y malo. Estos pares, lo aprendemos, se oponen: esta lo
correcto y lo incorrecto y nuestra tarea es luchar para defender lo bueno y
destruir lo malo. Este tipo de pensamiento domestica nuestros juzgados,
políticas, los programas de televisión, con resultados demenciales…todo lo que
es diferente debe ser opuesto y por lo tanto el enemigo. Cuando correcto e
incorrecto son las únicas opciones, tu puedes pensar que no puedes amar a más
de una persona, o que no puedes amar de distintas maneras, o que tu tienes una
capacidad finita de amar…y que tus únicas opciones son estar enamorado o no
estar enamorado, sin ninguna concesión a diferentes grados o tipos de amor”.
En esta
lectura entendí que mi historia amorosa y sexual, el tipo de hombres que ha
habido en mi corazón, en mi cocina y en mi cama, el estilo de las relaciones
que he establecido y sus finales, expresan la confusión y la falta de un
lenguaje apropiado para enunciar y entenderme. Pero en el libro encontré mi
palabra:
“Polyamory es una nueva y valiente
palabra, acuñada por Morning Glory Zell Raven-heart alrededor de 1990…formada
de raíces grecolatinas se traduce en amando
a muchos.”
No ha sido fácil entenderlo y mucho menos es sencillo explicarlo. Yo
he amado a todas mis parejas. Pero, además, las sigo amando. Y por si no fuera
esto poco, las he amado al mismo tiempo que he amado a otros hombres. No, esta no
es una confesión, es un reconocimiento. Ya no me asusta.
No soy la única mujer, ni el único ser humano “poli-amoroso”. Quizás seamos más
de los que pensamos pero aún no nos descubrimos. La programación sobre el
amor, la intimidad y el sexo es y ha sido tan intensa que creemos funcionar
bajo preceptos que ni siquiera hemos cuestionado. ¿Cómo podemos entender todos
nuestros otros yo’s, cómo podemos conectarnos con otras dimensiones y niveles
de nuestra personalidad si no logramos ni siquiera poner en duda
lo que creemos?
“Uno de
los retos a lo que se enfrenta la(el) puta/o con ética es esta insistencia cultural
que, simplemente porque, “todo el mundo” sabe algo, es obviamente verdad. Te
urgimos a observar con escepticismo cualquier enunciado que empiece con “toda
la gente sabe que…”, o “el sentido común dice…” o “es de todos conocido
que”…Frecuentemente estas frases son señales de sistemas de creencias
culturales que serán anti-sexuales,
monógamas y/o co-dependientes. Cuestionar “lo que toda la gente hace” puede ser
difícil y desorientar, pero hemos encontrado que vale la pena: cuestionar es el
primer paso hacia la generación de un nuevo paradigma, tu propio paradigma de
cómo debes ser”.
Lo que
“The Ethical Slut” nos dice es que nada de lo que hemos aprendido, escuchado,
visto y experimentado tiene que ser así si eso no nos hace seres felices y
completos. La des-programación es un proceso de conciencia y seguridad en uno
mismo, de escanear la personalidad, el comportamiento, las reacciones,
acciones, emociones y sentimientos. De entender que la unidad fundamental
sexual y amorosa eres tu, que cada persona está completa por si misma, que de
lo único que debemos de tener pleno control y conocimiento es de uno mismo:
“…nuestra
programación puede ser reescrita. Cuando nosotros empezamos a cuestionar todas
las formas que nos han enseñado podemos empezar a editar y a reescribir nuestras
viejas cintas. Rompiendo reglas nos hacemos libres y nos empoderamos”.
Para
esto en el libro se propone la urgente deconstrucción de 6 mitos recurrentes:
1) las relaciones monógamas de larga duración son las verdaderas relaciones; 2)
el amor romántico es el único amor real; 3) el deseo sexual es una fuerza
destructiva; 4) amar a alguien facilita controlar su comportamiento; 5) los
celos son inevitables e imposibles de superar y 6) los involucramientos con
otras personas fuera de la relación “formal” reducen su intimidad.
En las
páginas que se ocupan de esto, las autoras, ponen ejemplos de sus experiencias
propias y de material recopilado en las terapias, grupos y comunidades en donde
se comparten los distintos puntos de vista y nociones acerca de estas ideas que
subyacen el discurso sobre “el amor” y el comportamiento sexual “apropiado”.
A
partir de esta lectura logré identificar que especialmente el 3 ha marcado
buena parte de los conflictos que he tenido conmigo misma. (Me he repetido
frente al espejo tantas veces “No, no soy una ninfómana”, pero, ahora lo pienso, y si lo fuera
¿qué?). El 6 también ha sido problemático por mi tendencia a tener relaciones
paralelas (oníricas, espirituales, físicas, intelectuales, sexuales) y secretas, las cuales generalmente no han terminado bien. Nunca
empecé una segunda relación con el afán de terminar la primera. Tuve otras
relaciones para compartir(me) en otras dimensiones con gente distinta. De lo
único que puedo arrepentirme es de no haber sido honesta en su momento.
“Las
grandes putas no nacen, se hacen. Las habilidades que necesitas para hacerte
feliz a ti y a tus compañeros se desarrollan a través de combinar el esfuerzo
consciente con la práctica frecuente”.
Y si, saberse
una puta no es del todo gratificante cuando se reconoce que no se ha tenido ética.
Pero no me voy a flagelar. Hay luz al final del túnel. Lo que propone el libro,
como bien lo indica su nombre, es la construcción de una ética para poder ser
mejores seres humanos que den, compartan y reciban lo mejor de cada persona que
se cruce en nuestro camino.
En la
segunda parte del capítulo 8 (Slut Skills) llamada “Earning your Slut Merit
Badge”, se hace el listado de habilidades -y se explica cada una de ellas- para
iniciarse en esta filosofía de vida.
1)
Comunicación, 2) Honestidad emocional, 3) Afecto, 4) Fidelidad (a uno mismo),
5) Establecer tus límites, 6) Planeación, 7) Conocerse uno mismo, 8) Ser dueño
de tus sentimientos, 8) Llevártela tranquila contigo mismo, 9) Decir tu verdad.
Parecen
sencillas pero dudo que sea posible llevarlo a la práctica si antes no pasamos
por una sincera revisada a nuestro corazón, a nuestra historia y de paso
desbloqueamos algunos conductos de la mente y la entrepierna.
La
propuesta de “The Ethical Slut” no es ni será fácil de practicar porque las sociedades y muchas de
las culturas en este mundo aún funcionan con base en discursos que satanizan y
condenan el comportamiento femenino que se “sale de la norma”. Me he topado con
hombres radicales y liberales que aún piensan que no es posible tomar en serio
a una mujer que tiene “excesiva” experiencia en la cama o que tiene “one night
stands” con tipos que apenas conoce. En cambio jamás me he encontrado a una
mujer que de entrada no quiera ver o salir con un hombre porque este es un "gran
cabrón".
Esta
iniquidad se manifiesta en el lenguaje. En inglés la palabra “slut” (puta) “es
sumamente ofensiva, usada para describir a una mujer cuya sexualidad es voraz,
indiscriminada y vergonzosa”. Mientras que la analogía sería la palabra “stud”
(semental) que describe “a un hombre altamente sexual”, un término que expresa
“aprobación e incluso envidia”.
Urge revisar y des-programar nuestra manera de enunciar las cosas. Puta, puto, chupar,
pene, lamer, vagina, promiscuidad, coger, sexo, pito, ano, ninfomanía, tetas,
nalgas, culo, caliente, mojado, húmedo, meter-sacar, son palabras con un
significado particular y práctico. No son insultos. Debemos empezar a generar
un lenguaje positivo en torno al sexo, para generar nuestra propia ética, una
en donde nadie salga lastimado sino fortalecido de la experiencia.
La condición
poli-amorosa no es para el 100% de la gente, pero es una opción tan respetuosa como
la monogamia, la soltería eterna, las relaciones abiertas, los tríos, el amor libre y etc. Lo que
“The Ethical Slut” propone es una celebración a nuestras infinitas
posibilidades de obtener y compartir placer y sexo, pero sobre todo la amistad
y el amor, como vínculos y relaciones valiosas que hay que fomentar y cuidar.
Se trata de acompañarnos, querernos y comprendernos sin juzgar ni condenar. Se trata de entender “que hay tantas maneras de ser sexual como las hay de ser humanos y todas son válidas. Hay muchas maneras de relacionarse con el amor, de expresar el género, de compartir el sexo, de formar familias, de estar en el mundo, de ser humanos….y ninguna de ellas de ninguna forma reduce o invalida a las otras.” Ya que el sexo “es una expresión física de una serie de cosas que no tienen existencia física: amor y gozo, emoción profunda, intensidad, cercanía, conexión profunda, conciencia espiritual, buenos sentimientos y en ocasiones hasta éxtasis transcendental”, de lo que se trata es de tener el control de nosotros mismos y de ser –por fin- felices.
Se trata de acompañarnos, querernos y comprendernos sin juzgar ni condenar. Se trata de entender “que hay tantas maneras de ser sexual como las hay de ser humanos y todas son válidas. Hay muchas maneras de relacionarse con el amor, de expresar el género, de compartir el sexo, de formar familias, de estar en el mundo, de ser humanos….y ninguna de ellas de ninguna forma reduce o invalida a las otras.” Ya que el sexo “es una expresión física de una serie de cosas que no tienen existencia física: amor y gozo, emoción profunda, intensidad, cercanía, conexión profunda, conciencia espiritual, buenos sentimientos y en ocasiones hasta éxtasis transcendental”, de lo que se trata es de tener el control de nosotros mismos y de ser –por fin- felices.
Dossie
Easton and Janet W. Hardy (2009) The Ethical Slut. A practical guide to
polyamory, open relationships & other adventures. 2nd edition, Celestial
Arts, Berkeley, USA.