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A próposito del 8 de agosto: Día Internacional del Orgasmo Femenino


El orgasmo es el punto culminante del placer sexual. Sucede cuando el sistema nervioso central envía órdenes al corazón y este se agita aumentando su ritmo haciendo que la adrenalina dilate las arterias y permita un flujo de sangre más rápido y constante a los músculos de la zona genital. La premura por oxigenar la sangre provoca que la respiración se altere y el sudor aumente debido a la necesidad de liberarse del calor corporal que se genera.  

Desde Kinsey, Masters y Johnson las explicaciones científicas sobre todo lo que nos sucede de los pies a la cabeza cuando tenemos un orgasmo son infinitas. La explicación científica consigna que durante el coito la zona nerviosa perineal se inerva: esto es que el sistema nervioso transmite estímulos a esa parte del cuerpo, entonces la concentración de sangre llega y satura los genitales que se preparan para la descarga de tensión sexual a través de contracciones en los músculos de la región pélvica. En el caso femenino las paredes del útero y la vagina se contraen apretando lo que haya dentro (un vibrador, los dedos de la mano o un pene). Los espasmos de los músculos de la pelvis causan las contracciones en la mujer y la eyaculación en el hombre.

Un orgasmo es una sensación de placer intenso y repentino. Se caracteriza por el aumento de la presión arterial y de la frecuencia del pulso, se experimentan la constricción o estrechamiento del vaso sanguíneo, en las mujeres los pezones se erigen e incluso los senos pueden aumentar ligeramente su tamaño, el clítoris se endurece, la vagina se lubrica, el útero se contrae. Un orgasmo normalmente dura menos de 10 segundos. Tener un orgasmo es resultado de todo un proceso nervioso y fisiológico conectado e integral cuyo funcionamiento deberíamos de conocer. Aunque complejo para ambos sexos es distinto entre hombres y mujeres.

Una de nuestras ventajas -como mujeres- radica en que después del primero podemos seguir experimentando más orgasmos e incluso más intensos, mientras que los hombres requieren de un tiempo –a veces considero que demasiado largo- para recuperarse y tener otro. Además mientras que el orgasmo masculino –expresado en la eyaculación- es vital para la reproducción de la especie humana, yo me pregunto ¿para qué sirve el orgasmo femenino? Con el nivel de anorgasmia que existe en el mundo seríamos la mitad de la población si nuestros orgasmos contribuyeran en algo a este respecto.

Algunos teóricos desde la sicología y la biología han querido explicar la necesidad (occidental y co-occidental) femenina por experimentar placer. Por ejemplo, según una perspectiva darwinista, el orgasmo provoca que la mujer repose después del sexo reteniendo el semen e incrementando la posibilidad de concepción (“la prima de una amiga que vive cerca de la casa de mi mamá” generalmente se levanta al baño y orina liberándose así de una gran cantidad de semen de forma inmediata). Otros proponen, menos errados creo yo, que el orgasmo femenino promueve que la mujer genere vínculos afectivos e intimidad con su pareja (en ese momento), mostrando satisfacción por y con el compañero. De eso no tengo duda. Pero según esta visión dicho vínculo e intimidad facilitaría –en un determinado caso- la conformación de parejas y de familias, perpetuando así la especie. Estas explicaciones científicas olvidan muchísimos otros factores relacionados a nuestra subjetividad, instinto y necesidades como mujeres que trascienden la “imperiosa necesidad” de reproducirnos.

Si bien el orgasmo femenino no es útil para la reproducción de la especie si ha sido blanco de todo tipo de represiones. La ablación del clítoris en países como Somalia y el aumento en el porcentaje de mujeres violadas sexualmente son ejemplos escandalosos y dramáticos de esto. El excesivo control sexual que las mujeres padecen en el mundo contrasta con la libertad que en ciertos países (occidentales) y bajo ciertas culturas pocas pueden ejercer.

¿Por qué es tan peligroso el orgasmo femenino? ¿A quién ofendemos teniendo, buscando y pidiendo placer? ¿Qué amenazamos ejerciendo nuestro legítimo derecho a “venirnos” como lo hacen los hombres?

Dicen que el orgasmo es de quien lo trabaja (“la prima de una amiga que vive cerca de la casa de mi mamá” dice que por eso a ella le salen bien). Pero para “trabajarlo bien” hay que tener conocimiento, liberar el cuerpo, la mente pero también el espíritu y tener plena conciencia de cómo se alinean e integran cuando se está experimentando el coito. ¿Es este conocimiento tan amenazante?

Dice “la prima de una amiga que vive cerca de la casa de mi mamá” que el orgasmo (múltiple o expandido) es la explosión de una energía contenida que se va acumulando durante el coito. Lo ha comparado a la fuerza de una ola que revienta contra las rocas y después vuelve a la calma marea, al sonido de un tren saliendo del túnel, a un remolino que levanta techos, a un cohete espacial dejando su base y a una carcajada de los otros labios (por eso “la prima de una amiga que vive cerca de la casa de mi mamá” se ríe cuando viene para acompañar la otra risa). Yo creo que es difícil encontrar un paralelismo pues junto a fenómenos meteorológicos un orgasmo suena a algo muy pequeño, aunque en proporción se invierta una cantidad enorme de energía. Dentro de nosotras puede equivaler a la explosión de una bomba atómica.

Abogo porque la información científica sobre nuestros procesos fisiológicos, psíquicos y nerviosos sea parte de nuestra educación en general y de nuestra cultura popular para entender lo que le pasa a nuestros cuerpos cuando se alteran, se agitan, se tensan y se relajan. Todo lo que esto implica afecta nuestras relaciones sociales y humanas en general, y tiene consecuencias importantes en nuestra relación con nosotr@s mism@s, por eso este conocimiento tenemos que socializarlo, no solamente con mujeres cercanas y de nuestra generación y clase sino con el amplio espectro de diferencias que constituyen los géneros femeninos.

El 8 de agosto es el día internacional del orgasmo femenino. Alguien me preguntaba ¿porqué no hay un día del orgasmo masculino? Me parece que las cifras son elocuentes. Mientras los altos niveles de anorgasmia femenina entristecen a partir de encuestas que se practican  -seguramente- en ciudades  (no imagino los porcentajes si se encuestaran a mujeres indígenas, marginadas, pobres, que jamás han escuchado la palabra “clítoris”, mucho menos “orgasmo”), la anorgasmia masculina es casi inexistente. No creo que deba haber un día para promover el orgasmo masculino partiendo de que este a veces se experimenta incluso en contra de la voluntad de la mujer. Sin embargo la lucha femenina por el libre ejercicio de nuestra sexualidad y acceso a relaciones sexuales placenteras y satisfactorias sin cargar con un estigma si es en muchas partes del mundo una batalla pendiente de ganar.

Recomendaciones:
Betty Dodson, “The Orgasm Doctor": Two Private Hands-on Sex Coaching Sessions DVD.
El clásico e indispensable libro del Dr. Alex Comfort, The Joy of Sex
http://pijamasurf.com/2012/07/10-senderos-hacia-el-orgasmo-femenino/