
Iba caminando por el barrio del Jordan en Amsterdam, una tibia tarde del pasado mes de septiembre, cuando un olor delicioso me atrajo a una esquina. Al llegar encontré un restaurante pequeño e iluminado con la clara luz del sol.
Una pareja iba saliendo del sitio y lo único que se me ocurrió preguntarle fue si les había gustado la comida. Ambos sonrieron complacidos y asintieron. Tomé una tarjeta de Casa Perú para planear una visita con tiempo y en buena compañía. No tardé mucho en hacer una reservación para dos. Fui con mi amiga Rhiannon, cómplice de aventuras de todo tipo, aunque últimamente han sido más que nada culinarias.
Era viernes, el sitio estaba lleno y sonaba Susana Baca, que de banda sonora para comer comida peruana me gusta. Nuestra mesita para dos estaba junto a la barra en donde la única mesera se hacía bolas.



Fue difícil elegir pues el menú es bastante tentador y variado. Los peruanos son famosos por sus platos de pescado y mariscos, pero también por sus preparados de carne y pollo. Para combinar con una botella de Savignon Blanc francés, decidimos pedir marisco y carnes blancas.
De entrada unas cucharas de escalopas gratinadas con queso y el clásico ceviche. Las primeras de sabor delicado, cocinadas con vino blanco y perejil y el segundo una delicia con el perfecto agror del limón. Hecho como a mí me gusta: con el pescado en trozos enteros y a la peruana con verduras frescas y rebozado de maíz tostado y cebolla morada.



He vuelto en varias ocasiones y para variar he pedido el tamal de cerdo cocinado en hoja de plátano, el seco de cordero (carne marinada en cerveza servida con cilantro, papa dulce y frijoles blancos), el tiradito de pescado (pescado blanco en tiras delgadas cocinado como estofado en una salsa de chiles y verduras) y el arroz con mariscos que es como una paella a la peruana. También probé el arroz con leche, una delicia acanelada, acompañado con una variante del alfajor en galleta blanca con relleno de durazno. Todo ha estado siempre bien servido, de proporciones correctas y de presentaciones lindas. Cuando el lugar no está lleno el servicio es rápido, aunque siempre ha sido amable. A veces la casa ofrece de bienvenida un paté de aceitunas verdes que se unta en pan...buenísimo. El menú cambia con frecuencia, así que no esperen encontrar lo mismo en cada visita.
La variedad, la combinación heterodoxa de ingredientes y sabores, la clara influencia japonesa y árabe, combinada con lo americano y español, y el uso de productos locales y de temporada, están reflejadas en el menú que Liliana Torres, chef del restaurante, creó para llevarnos tan alto como al Machu Pichu cuando olemos y probamos cualquiera de sus recetas. Casa Perú es un lugar para ir con tranquilidad a disfrutar las entradas, los segundos, los postres y por supuesto los pizcos sauer que están bien chéveres! Hay que ir a Perú a comer. Pero por lo pronto ahí están varias opciones para degustar manjares peruanos en algunas ciudades del mundo. Casa Perú es en Amsterdam sólo una muestra que hay que conocer.
Casa Perú, Amsterdam, NL
Ganador de mi premio cocinaycama 2010