domingo

La CazaClub. Cocina Regional y Mixología


Cuando un cocinero talentoso e innovador (Humberto Avilés), un diseñador creativo y divertido (Gabriel Herrera) y un arquitecto con visión y buen gusto (Omar Monroy) se reúnen para iniciar un proyecto culinario, el resultado solamente puede ser excepcional. Así es La CazaClub, un restaurante inaugurado recientemente en la colonia América en la ciudad de Tijuana.

La apuesta de estos socios y amigos es una cocina innovadora que recupera técnicas culinarias tan básicas como la cocción al carbón y a la leña y el uso de productos locales y regionales que hacen del menú una selección variada de platos bien elaborados, ricos en sabores y con presentaciones impecables. Así lo muestra la comida que hice durante mi primera visita.

Mi experiencia sensorial inició con un panucho de pato realizado a la usanza tradicional yucateca. Una base de masa de maíz tipo gordita,  pato desmenuzado y marinado en abodo servido con cebolla morada desflemada con limón y un untado de frijoles. La bienvenida fue grata pues el pato es una de las carnes que más me gusta y los panuchos una versión de antojito popular que disfruto enormemente. Para acompañar me hice servir un chenin blanc 2011 llamado La Niña L'Blanc de Alberto Gassol que resultó un sencillo pero fresco y nada complicado acompañante.

Después seguí con la almeja gratinada en su concha con queso de Real del Castillo. Elaborado en Baja California, cerca de Ensenada, este queso se ha ganado ya su denominación de origen y resalta por su textura cremosa, un aroma muy intenso y un sabor fuerte. El queso estaba perfectamente gratinado sobre pedazos de almeja y retazos de tocino que redondean el ensamble del marisco y el queso. Además se colocan unas gota de aceite con chiles que una vez mezclado deja en el paladar una sensación equilibrada de los sabores del molusco, la sal del tocino, la intensidad del queso y el picor del aceite.



El siguiente plato es el consentido de La CazaClub. Varias referencias lo tienen como el "must try" del lugar y no es para menos. Es el pulpo cocinado a las brasas con una salsa de hierbas y servido en una cama de chicharrón de puerco en trozos coronado con cilantro y limón. Lo sirven acompañado de un cremoso de aguacate, un cremoso de achiote y tostadas. La carne del pulpo se siente firme, jugosa y bien cocida por dentro mientras que está dorada por fuera. Una cocción y sazón perfectos que combinan en términos de textura con lo crujiente del chicharrón, el gusto ahumado de las brasas y los sabores de los dos cremosos. Por la contundencia considero que esta pensado para ser compartido. El pulpo a las brasas es un platillo único pero no debe ser comido como único plato.

El plato fuerte fue carne roja. Mi antojo fue homenajeado con la costilla cargada que es otro de los platos predilectos de la reciente pero fiel clientela del lugar. Servida en su jugo en una cama de frijoles de la olla, la carne es de excelente calidad y la perfecta cocción se intuye en horas pues su textura se deshace en la boca. Me tocó un pedazo que dejó el hueso en otra parte. La salsa que la acompaña incluye tomate verde, cebolleta de cambray y chiles serranos. Sin embargo, no es un plato picante. Para acompañar cambié a un vino tinto llamado Selección de Barricas 2011 de Las Nubes, casa del Valle de Guadalupe. Un vino nuevo hecho con cinco uvas que presenta un gusto seco e intenso que me parece combina tanto con carne como con pastas y quesos.

Para cerrar la experiencia gastronómica el postre fue helado. Una mitad, una deliciosa crema michoacana y la otra una deconstrucción de chocolate Reese's con retrogusto a cacahuate. Así el broche de oro resultó de Oro. Se sirve en una cama de mazapán y se corona con pipitoria en trocitos. El maravilloso secreto está en la bebida que la acompaña -si así se desea-: una Brutal Stout Imperial de la cervecería Border Psycho con 10.5% de alcohol de la que se debe tomar un trago una vez que se tiene la combinación de helados en la boca. El resultado es alucinante!


El mejor digestivo para mi siempre será un café. La CazaClub ofrece en su segundo piso un ambiente cómodo y funcional para disfrutar una de las mejores bebidas del mundo. Es un espacio para ir a trabajar, relajarse y platicar de la excelente experiencia culinaria que se puede tener en la planta baja. Mi final sentada en un sofá en un agradable escenario y compañía familiar, con un café proveniente de Veracruz no pudo ser mejor.

La CazaClub en su conjunto es un espacio que combina una cocina innovadora y conciente, un proyecto que apoya proyectos enológicos, cerveceros y alimenticios locales y regionales en un espacio de buen gusto, excelente ambientación e impecable atención.

Fue un placer conocer este nuevo proyecto emprendido por tres amigos y socios que están apostando porque Tijuana y la cocina de la región se consoliden como destinos gastronómicos internacionales. Con propuestas como la de La CazaClub que lo vayan a lograr está fuera de toda duda.

La CazaClub
Miguel Alemán 2612
Colonia America
Tijuana, Baja California
https://www.facebook.com/la.cazaclub?fref=ts